Semanario Tarijeño Año 1 Nº 11 - 3era Semana de Diciembre de 2000

     

 

Momento Actual

El momento actual, el aquí el ahora, motiva pensar y percibir a través de un autentico sentimiento regional o tarijeño la verdad en términos reales y despojados de intereses que no sean los que provocan el amor a la tierra que nos vio nacer, la conducta que sustenta los principios de nuestras raíces provenientes de la historia espiritual y ancestrales de nuestro ser.

Todo aquel que se sienta tarijeño por cualquier razón necesariamente debe sentir la intrascendencia de los esquemas políticos tradicionales que son desmembradores, deficientes y falentes ante el sentimiento y conciencia de la realidad del tarijeño.

No es difícil tomar conciencia que los partidos políticos quedan empequeñecidos ante el sentimiento y anhelo de nuestro pueblo. No solo porque son criterios vacíos, débiles y alejados de nuestra realidad, sino, porque son factores de una división injusta que se interpone entre nosotros provocando diferencias que no existen entre los nacidos en este valle.

Tarija es cuna de valientes patriotas y hogar de buenos bolivianos. Tienen el don de integrar al pueblo de Bolivia desde un rincón donde destella la tierra y un cielo cobijante para aquellos que desean la paz en un ambiente donde la naturaleza impregna al hombre de motivos para exaltar sus virtudes. No somos descendientes de los conquistadores, sino, de aquellos que creyeron en la vida, en Dios, prescindiendo de la riqueza organizada de la conquista.

Estas razones humildes, que paradójicamente provocan cierto orgullo, son la esencia mística, quizás olvidada, o talvez postergada, de la fuerza intrínseca de los tarijeños.

En estas condiciones es difícil aceptar la existencia de factores ajenos, extraños, que logran dividirnos, no solo a amigos de la infancia, sino a tarijeños de la misma sangre. Los intereses regionales son simples y claros, mientras que los predicadores en términos nacionales son complejos y no responden a nuestra realidad, responden a poderes de muchos años constituidos, que marcaron y marcan una discriminación hiriente y alejados del verdadero sentimiento integracionista de la patria. La desventaja geográfica de tarija, traducida en una ubicación alejada de tres naciones, la nuestra Bolivia y de las vecinas Argentina y Paraguay la sitúa solitaria en un enclave aislado que necesariamente determina que nuestro destino tenga que aceptar, prevenir y conducir nuestro sendero por nosotros mismos.

Todos queremos, pero en realidad, ¿quién puede sentirse integrado a la patria desde este lugar alejado y librado a su suerte?. Nadie puede acusarnos de no querer ser bolivianos como lo sentimos. Demostramos serlo desde mas de 170 años y todavía no nos dejan serlo. Sin embargo de contribuir por siempre a la patria con nuestros mejores hombres, nuestra entrega del 80% de nuestro territorio. Un preclaro tarijeño señalo que en nuestra determinación (Proclama) de pertenecer a Bolivia declaramos sinceramente que "...preferimos mil veces desaparecer del mapa antes de dejar de pertenecer a Bolivia..." "pero por ironía del destino casi estamos desapareciendo del mapa por pertenecer a Bolivia". El Chaco Boreal, el Chaco Central, ofrendas generosas de Tarija por la Patria, fueron cercenadas de nuestras entrañas dejándonos un territorio tan solo de poco mas del 3,5% con respecto a Bolivia y casi 18% de lo que fuimos cuando pertenecimos a Bolivia con un 82% más. ¿Esta será la razón del injusto trato, del olvido y el abandono?. ¿Dónde quedo el demostrado amor a la Patria?.¿El sentimiento patriótico de la tierra chapaca?. ¿Seguiremos olvidados para siempre?.

El olvido estará echo de eslabones indestructibles y eternos que significarán la poderosa unión entre los tarijeños para labrar nuestro propio destino, hablando un solo idioma cuando se trate de construir nuestro futuro y presente. Hablaremos y pensaremos por sobre las estructuras e intereses políticos cuando estos oculten o distorsionen nuestras verdades pretendiendo confundir nuestro autentico destino. Tendrá que renacer una nueva conciencia con acciones consecuentes que demolerán las causas que nos dividen y nos confunden. Lograremos el gran proyecto de unirnos, pensar en el bien común, trabajar asía el mismo objetivo, alcanzar metas compartidas por todos, hablar de un mismo idioma regional, encontrarnos con nuestros verdaderos valores para rescatarlos, preservarlos, enriquecerlos y así recobrar la Patria Chica que nos enorgullezca, nos muestre orgullosos ante las comunidades del mundo.

Nos avala una historia limpia de patriotas, hombres que trascendieron los ámbitos de la cultura, la política y el humanismo, en un entorno de una bella y rica tierra. Es por todo esto que lograr manejar en buena proporción nuestros recursos en proyectos nacidos genuinamente de nosotros que en consecuencia seremos los actores y beneficiarios, encontraremos, sin ir contra la nacionalidad ni sus leyes, una justa recompensa por lo que somos y tenemos. Así construiremos, como siempre, generosamente a la patria. Sí no es así seguiremos recibiendo sin fin las migajas de la historia. Auque eso ocurra jamás dejaremos de ser dignos, patriotas y hombres libres de nuestra América.

Eduardo Farfán Mealla

 

 

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Última modificación: 22 de Diciembre de 2000